Enero se fue y con él mis esperanzas de tener el vano motor de mi unidad pintado, a continuación expongo lo más breve y claramente posible lo acontecido.
Resumiendo mucho, porque si no esto puede acabar siendo una novela. Yo me pongo en contacto con quien para muchos es el mejor chapista de Tarragona, este señor trabaja como autónomo para quien lo llame, es independiente, vamos. No tiene taller propio y pacta con el dueño de uno de los talleres con los que trata, que le llevará un Porsche 924 S para reparar en horas muertas, el mío. Pasa el tiempo y lógicamente, el dueño de ese espacio, se cabrea porque se le está quitando una plaza para un coche y encima, él no va a ver un duro, que pasa, que en cuanto ve la oportunidad, dice (mal dicho) ¡a pintar se ha dicho! Sea como sea, pero que se vaya de aquí, ¡ya!
Creo que se entiende la historia, más o menos, odio los culebrones y voy y os cuento uno, pero es que a veces la vida puede convertirse en un culebrón de mucho cuidado.
Hablo con mi contacto, y le digo que yo el coche no me lo llevo así por los siguientes motivos:
Hay polvo adherido al vano motor por todas partes, (lógico si se pinta en el medio del taller sin una buena cabina de pintura bien aislada, con su pinza electroestática, tu traje de pintor limpito…etc.bueno, como debe ser)
Hay piel de naranja (un buen pintor no puede dejar piel de naranja, repito, buen pintor…)
Hay exceso de pintura, chorretones (sin comentarios, pienso igual que en el punto anterior)
No se han quitado las tuercas/arandelas que fijan el amortiguador en la parte superior de la torreta de suspensión, por tanto cuando las afloje, inevitablemente se partirá la pintura, esto es una verdadera ¡CHAPUZA! no encuentro otro nombre para describirlo.
Así que con estos motivos expongo a mi contacto que se debe volver a pintar el vano motor, y que no pienso asumir el coste del primer pintado y segundo lijado. Me dice que el dueño del taller está harto de ver mi unidad en su taller y quiere que me esfume, yo le digo que sólo voy a pagar el precio correspondiente al estirado de mi unidad, nada más porque considero que no es culpa mía todo lo acontecido.
Finalmente me llevo el coche el sábado 30/01/2010, mi contacto no quiere aceptar un duro por lo sucedido y me pide disculpas, me dice que para pagar la grúa que he alquilado, que no es gratis.
He tenido una semana para buscar desesperadamente otro taller, tiene muy buenas referencias, trabaja con clásicos, me gusta porque es el primer pintor, el primero, que es sincero y me dice:”perfecto como me pides que lo deje, no voy a ser capaz de dejarlo”, pero te garantizo que no te dejaré otra chapuza como esta. Esta vez espero que todo vaya bien.
A continuación reportaje gráfico:
Vista de la chapuza: Sí, brilla, pero nada más
En este taller deposito mis esperanzas
Viendo los trabajos que está realizando este taller, me inspira confianza, espero haber acertado
La próxima vez que salga mi unidad de este taller, espero, confío y deseo, esté bien pintado
